Objetivos
·
Ensayar
las técnicas de inmunización con conejos, practicando algunos de los esquemas
de inmunización ya establecidos.
·
Efectuar
la purificación de gamma globulina por precipitación con sulfato de amonio a
una saturación final del 33%.
·
Conocer
distintas maneras de poner en evidencia la reacción de precipitación que ocurre
cuando un antígeno soluble interacciona con su anticuerpo homólogo.
Introducción
El sistema inmunológico tiene como función
principal proteger al organismo de agentes extraños, está integrado por
diferentes órganos, tejidos, células y moléculas que funcionan coordinadamente.
Sus componentes más importantes son: la piel y las mucosas, los órganos
linfoides como las amígdalas, las adenoides, el bazo, el timo, los ganglios
linfáticos; numerosas células leucocitarias (linfocitos) y sus productos de
secreción como citocinas, quimiocinas e inmunoglobulinas entre otros. Este
sistema tiene tres propiedades esenciales: primera, tiene la habilidad de
reconocer sustancias extrañas denominadas antígenos principalmente provenientes
de patógenos, tales como bacterias, virus, hongos.
Los anticuerpos, también llamados
inmunoglobulinas, son glucoproteínas producidas por células específicas del
sistema inmunitario en respuesta a una proteina extraña o antígeno. Inmunoglobulinas,
término introducido por vez primera por J. F. Heremans en 1959 para referirse a
aquellas globulinas que se asocian al sistema linforreticular y que a menudo
son referidas como “anticuerpos” que son producidas por las células
plasmáticas. El descubrimiento de los anticuerpos fue el resultado global de un
cúmulo de conocimientos derivados de observaciones científicas recabadas a lo
largo de varios siglos, desde las vacunas rudimentarias de la antigua
civilización China (variolización), hasta la primera estructura resuelta por
Edelman y Porter (Sanabria y Landa;
2007).
En general los anticuerpos,
independientemente de su especificidad tienen una estructura común, consistente
de cuatro cadenas polipeptídicas: dos cadenas pesadas idénticas de 55-70 kDa
denominadas con la letra H (del inglés heavy), unidas covalentemente a un
oligosacárido, y un par idéntico de cadenas livianas no glicosiladas de 24 kDa
denominadas con la letra L (del inglés light). Un puente disulfuro y otras
uniones no covalentes unen las cadenas pesadas con las livianas. Las cadenas
pesadas también están unidas entre sí por al menos un puente disulfuro, tal
unión está localizada en una región conocida como “bisagra”, región formada por
aproximadamente 12 residuos de aminoácidos que proporciona una gran
flexibilidad a la molécula, éstos residuos están expuestos a la ruptura química
y enzimática.
Clases o Isotipos
Existen diferentes clases de anticuerpos,
las cuales son determinadas por el tipo de cadena pesada. Hay cinco tipos de
cadenas pesadas, denotados por las letras griegas y
para cada una de las inmunoglobulinas IgG, IgA, IgD, IgE e IgM,
respectivamente. En estas clases pueden existir cadenas livianas ya sea de tipo
kappa ) o tipo lambda (). Los genes que codifican para las distintas
variantes isotípicas están presentes en todos los individuos sanos, es decir,
éstos poseen los genes para las cadenas pesadas denominadas 1, 2, 3,
4, , 1, 2 localizados en el brazo largo del cromosoma 14 y para las
cadenas livianas y, en los cromosomas 2 y 22, respectivamente.
Factores que intervienen en la
reacción antígeno-anticuerpo
La reacción antígeno-anticuerpo (Ag-Ac) es
la piedra angular de la respuesta inmune y se pone de manifiesto in vitro por
la formación de un precipitado o aglutinación de partículas (eritrocitos). El
acoplamiento estructural entre las macromoléculas está dado por varias fuerzas
débiles que disminuyen con la distancia, como los puentes de hidrógeno, las
fuerzas de Van Der Waals, las interacciones electrostáticas y las hidrofóbicas.
El reconocimiento Ag-Ac es una reacción de complementariedad, por lo que se
efectúa a través de múltiples enlaces no covalentes entre una parte del
antígeno y los aminoácidos del sitio de unión del anticuerpo. La reacción se
caracteriza por su específicidad, rápidez, espontaneidad y reversibilidad:
(Bautista;2005)
·
Específicidad: capacidad de los anticuerpos
para distinguir entre dos ligandos de estructura similar. La unión dada por la
especificidad es muy precisa y permite distinguir entre grupos químicos con
diferencias mínimas.
·
Rapidez: la velocidad con que ocurre la
primera etapa de la reacción Ag-Ac es del orden de milésimas de segundo, y está
limitada únicamente por la difusión. La segunda etapa, que es más larga,
incluye todas las manifestaciones que se presentan como consecuencia de la
interacción, tales como precipitación, aglutinación, neutralización, etcétera.
·
Espontaneidad: la reacción Ag-Ac no requiere energía
adicional para efectuarse y es factible explicarla en términos de la ley de
acción de masas.
·
Reversibilidad: dado que la reacción se debe a
fuerzas no covalentes, es reversible y, en consecuencia, se ve afectada por
factores como la temperatura, la proporción de Ag-Ac, el pH y la fuerza iónica.
Metodología
Medición de albúmina en suero
A)
-La concentración inicial de albumina sérica bovina era
22%, equivalente a 220 mg/mL
-De ahí se tomaron 272 microlitros, que equivalen a 60 mg
de albumina
-Se aforaron a 10 mL
B)
-Se tomaron 5 mL de éstos 10 mL (=30 mg de albumina) y se
aforaron a 10mL
-De esos 10 mL se tomaron 5 ml (=15 mg de albumina) y
se aforaron a 10 mL
-De esos 10 mL se tomaron 5 ml (=7.5 mg de albumina) y se
aforaron a 10 mL
-De esos 10 mL se tomaron 5 ml (=3.75 mg de albuina) y se
aforaron a 10 mL
C)
-De esos 5 ml restantes se tomó una alícuota de 1
mL (=6 mg de albumina)
-se le adicionó a esa alícuota de 1ml, 5 mL de
biuret. Volumen final= 6mL.
-Se leyó en el espectro, la concentración de albúmina era
de 6mg/6mL=1 mg/mL
D)
-Se repitió éste último procedimiento C) para los
matraces 2,3,4 y 5.
Obtención del antígeno
1.
Se
extrajo sangre de tres individuos sanos en un tubo sin anticoagulante por
venopunción.
2.
Se
dejó coagular durante una hora a temperatura ambiente.
3.
Se
centrifugó a 3,000 rpm durante 15 minutos para obtener el suero.
4.
Se
extrajo la fracción del suero y se calentó a 60ºC durante 15 minutos para
obtener coagular el suero.
5.
Se
inoculó en el conejo.
Inoculaciones del conejo
Se hizo vía subcutánea:
1. Se rasuró el lomo del conejo.
2.
Se
introdujo la aguja de 22x32 mm punta verde en la dermis del conejo con el bisel
hacia arriba. Una vez dentro de la piel, se giró 180º y se depositó el inóculo.
En el sitio de la inoculación se observó la formación de una pápula que días
después evolucionó en costra.
El programa de inoculación fue el
siguiente:
Tabla 1.
Programa de inoculación de suero humano en el conejo por vía subcutánea.
Día
|
Fecha
|
Cantidad inoculada
(ml)
|
Número de puntos
|
0
|
31-oct-13
|
0.5
|
2
|
4
|
4-nov-13
|
1.0
|
4
|
7
|
7-nov-13
|
1.5
|
6
|
11
|
11-nov-13
|
2.0
|
8
|
14
|
14-nov-13
|
2.0
|
8
|
19
|
19-nov-13
|
VIA INTRAVENOSA**
|
|
21
|
21-nov-13
|
SANGRADO**
|
*Se
administró por vía intravenosa 3 días antes del sangrado para asegurarse que
presentara alta concentración de anticuerpos. Se administraron 0.8 ml correspondientes
a 54 mg de albúmina sérica humana.
**El
sangrado se obtuvo de la oreja del conejo en la vena central. Se obtuvieron 10
ml de sangre.
Precipitación de gamma globulina con sulfato de amonio
1. Se ajustó a 7.8 el pH de una
solución saturada de sulfato de amonio con NaOH 2N.
2.
Se
adicionó un volumen de suero, contenido en un tubo cónico, medio volumen de la
solución saturada de sulfato de amonio para dejar el sulfato de amonio a una
concentración final de 33%.
3.
Se
continuó la agitación por 10-15 minutos, después de terminada la adición de
sulfato de amonio.
4.
Se
centrifugó a temperatura ambiente a 3,500 rpm por 15 minutos.
5.
Se
disolvió el sedimento en solución salina a pH 7.8 hasta alcanzar el volumen
original del suero.
6.
Se
repitieron los pasos 2-5 y posteriomente los pasos 2-4.
7.
Se
disolvió en SSRB el sedimento después de la última centrifugación hasta
alcanzar la mitad o un tercio del volumen original del suero.
8.
Se
dializó contra SSRB en frío a 4ºC y agitación durante 3-5 días, realizando dos
cambios diarios de la solución de diálisis hasta eliminar completamente el
sulfato de amonio.
9.
Se
transfirió la gamma-globulian dializada a un tubo y se centrifugó en frío a
2,500 rpm durante 10 minutos para eliminar el precipitado que se hubiera
formado.
10. Se determinó la concentración de
proteínas por espectrofotometría.
Precipitación en capilar
1.
Se
hicieron una serie de diluciones dobles de antígeno en tubos eppendorf de la
siguiente manera: se depositaron 0.2 ml de SS en 10 tubos de ensaye. Al primer
tubo se agregaron 0.2 ml de la solución concentrada de antígeno y se mezcló. De
éste tubo se tomaron 0.2 ml y se transfirieron al siguiente tubo. Se repitió el
procedimiento hasta el tubo 10.
2.
Se
llenó un tubo capilar con antisuero hasta la primer marca y se limpió el
exterior del tubo con papel absorbente para eliminar el antisuero adherido a
las paredes externas.
3.
Se
invirtió el tubo capilar para hacer descender el antisuero hasta el borde del
extremo contrario.
4.
Se
tomó un volumen de antígeno de tal manera que el volumen en el capilar llegara
hasta 2/3 partes.
5.
Se
mezcló el contenido por movimientos de rotación e inversión repetidos del
capilar. Se centró el contenido del capilar y tapó uno de los extremos del
mismo con el dedo índice y se introdujo el extremo contrario en una gradilla de
plastilina.
6.
Se
utilización como testigos un tubo capilar conteniendo antisuero más solución
salina y otro conteniendo antígeno sin diluir más solución salina.
7.
Se
mantuvieron los tubos capilares a temperatura ambiente durante 24-48 horas.
Reacciones de Precipitación en medio semisólido
1. Se agregó una muestra de 50 µl
del antisuero al pozo central de un gel comercial, y se tomaron 10 µl del
antígeno en sus diferentes diluciones, así como dos muestras de antígeno
diferentes.
2. Se dejó reaccionar durante 48 h
en condiciones de refrigeración.
Resultados y discusión
Antígeno
Figura 2.
Curva tipo obtenida por el método del reactivo de Bradford para determinación
de proteínas en suero. La medición de absorbancia obtenida fue de 0.042 que
corresponde a 0.1142 mg/ml y que multiplicada por el factor de dilución 6,000
da una concentración en suero de 68.5 mg/ml, valor que se ajusta a lo esperado
para albúmina humana.
La medición directa de las diluciones en
suero dio una concentración de C=(Abs-0.0131)/0.2531 =
(0.042-0.0131)/0.25310=0.1142 mg de albúmina/ mL
Pero ésta medición tiene la siguientes diluciones:
iii) la diluyó 6 veces
ii) La diluyó 0 veces
i) La diluyó 100 veces
Lo que nos da un factor de dilución de 6,000 veces, lo que
nos deja una concentración inicial real en suero de 68.51 mg/mL,
COMPROBACIÓN
-Se tienen 68.51 mg/mL, se toman 100 microlitros, osea 6.85
mg de albumina
-Se aforan esos 6.85 mg de albumina a 10 ml
-Se toman 1 mL de alícuota, osea 0.685 mg
-Se adicionan 5 ml de biuret, lo que nos deja una
concentración de 0.685 mg/6mL=0.1142 mg/mL
Para la
cuantificación de las proteínas séricas presente en el suero, se empleó la
reacción de Biuret debido a que al estar constituida por sulfato de cobre en
una solución alcalina (ya sea hidróxido de sodio o hidróxido de potasio) van a
formar un complejo entre los iones Cu2+ y los electrones no ocupados
del nitrógeno que se encuentran presentes en los enlaces peptídicos (en este
caso la albumina humana es una proteína), el resultado de lo anterior es la
formación de una coloración violeta. Presentan su máxima absorción a 540nm
(UNLP, n/a).
Figura 3. Reacción de Biuret, observándose la formación del complejo entre el
Cu2+ y los electrones del nitrógeno.
La
inmunogenicidad es la medida de antigenicidad de un material y está en función
de la zona de administración y de la especie que es inmunizada (Rojas 2006).
Las proteínas y
carbohidratos al poseer estructuras químicas complejas presentan un mayor grado
de inmunogenicidad (salvo ciertas excepciones) en comparación con los
polisacáridos, lípidos y ácidos nucleicos. Así mismo las moléculas de composición
mixta (por ejemplo: las glicoproteínas, nucleoproteínas, glicolípidos,
lipopolisacáridos y las lipoproteínas) son más inmunógenas que sus componentes
individuales. También si los compuestos presentan estructura terciara o
cuaternaria presentarán mayor inmunogenicidad (Rojas 2006).
Las moléculas
que presentan pesos moleculares superiores a los 100kD son más inmunogénicas
que aquellas con pesos moleculares inferiores a los 20kD (Rojas 2006).
Además Rojas
(2006) menciona que los antígenos solubles son menos inminogénicos que los
particulados, por lo que en el caso de los antígenos solubles es necesario
emplear un adyuvante para incrementar su inmunogenicidad debido a:
-
Concentración de la cantidad de antígeno administrado
(por las micelas formadas).
-
Retienen por más tiempo al antígeno en el lugar de
inoculación, prolongando el tiempo de estimulación.
-
Una vez que el antígeno ha sido particulado se
presenta con mayor facilidad su captula por las células fagocitarias
procesadoras y presentadoras de antígeno.
Un adyuvante es aquella sustancia o
conjunto de sustancias heterogéneas e inespecíficas que permiten potenciar la
respuesta inmune. Se caracterizan por contar con tres mecanismos de reacción
(Asociación Española de Vacunología, 2013):
a) Formación de un depósito
con liberación gradual del antígeno adsorbido, aumentando una mayor interacción
CPA-antígeno. En modelos animales de monos, se ha podido recuperar aluminio
hasta seis meses después de la administración del mismo.
b) Presentación de los
antígenos de una manera multivalente particulada, que permite una
internalización más eficiente por parte de las CPA.
c) Activación del
complemento y la formación de un ambiente inflamatorio en el lugar de la
inyección.
d) No activan directamente
los TLR (Toll-like receptors, receptores de los macrófagos que al reconocer
estructuras, generalmente de origen infeccioso, forman parte importante de la
respuesta del sistema inmunitario innato), pero facilitan la maduración de los
mismos,
i. ↑ citoquinas
pro-inflamatorias.
ii. ↑ la expresión MHC clase
II CD86
iii. ↓ CD14.
Para la
elección de un adyuvante se toman en cuenta las siguientes características:
composición química, características
físicas (dureza, pH, densidad, viscosidad, tamaño de partícula y carga), características
bioquímicas, pureza, vía de administración, además de la patología o naturaleza
del antígeno (European Medicines Agency, 2013). Sin embargo, en esta
experimentación, no se utilizó adyuvante porque como la vía de administración
fue subcutánea y en esa vía se asegura que el antígeno es retenido por más
tiempo.
Con base a la
información anterior, la albúmina humana es poco inmunogénica, ya que a pesar
de que es una proteína (que es estable, de carácter ácido y no cuenta con
carbohidratos) es soluble y su peso molecular es de 66kD (Telijón, 2006) además
de que pudo haber generado tolerancia; por lo que para el desarrollo de la
práctica era necesario emplear un adyuvante (como el Freund completo o
incompleto) para aumentar la inmunogenicidad de la albúmina.
Manejo de conejos
En primera instancia, se trató el aspecto del manejo adecuado de los
animales. Si un procedimiento produce dolor o estrés en los animales de
laboratorio, las normas internacionales urgen a los usuarios a buscar nuevas
alternativas (Lobato-García, 2009). Tomando en cuenta esta recomendación, se
decidió establecer protocolos de inmunización y prácticas de laboratorio que
disminuyeran el sufrimiento del conejo utilizado. Básicamente, los esfuerzos se
orientaron a disminuir el estrés del animal durante la obtención de la muestra
de sangre y durante su inmunización. Para ello, se utilizó lidocaína en pomada
15 minutos antes de cada punción y una zanahoria para ayudar a reducir el
estrés.
Inmunización
Una vez capacitados en el manejo de los conejos, se inició la discusión
sobre la mejor vía de inmunización con los antígenos. La inmunización puede
realizarse a través de la vía oral, nasal, intramuscular, intravenosa,
intracardíaca, subcutánea, intradérmica, intraperitoneal, etc. La elección de
la vía depende, entre otras cosas, de la especie animal que se utilice y de las
características del antígeno. Originalmente se planeaba hacerlo por vía
intravenosa.
Esta vía proporciona un contacto inmediato y directo del antígeno con
las células inmunes; sin embargo, la inoculación del antígeno a través de esta
vía requiere de amplia experiencia en la canalización de venas o arterias. Dado
que los protocolos de inmunización establecían inoculaciones periódicas con los
antígenos, el posible fallo de la inoculación por vía intravenosa podría
constituir una limitante para la estimulación de una adecuada respuesta inmune.
En este sentido, la inoculación de los antígenos por vía intravenosa no es muy
adecuada para los fines didácticos que se persiguen con la producción de
anticuerpos. Sin embargo, esta vía podría utilizarse exitosamente si fuera
precedida de un curso sobre toma de muestras en animales de laboratorio.
Por otra parte, la vía subcutánea es utilizada frecuentemente para la
inmunización de antígenos solubles como la albúmina sérica humana, por lo tanto
se decidió utilizar esta vía para la inoculación de estos antígenos. Para
disminuir una reacción local severa y abarcar una mayor superficie de
absorción, cada dosis de antígeno fue distribuida en diferentes sitios (máximo
ocho) a lo largo del dorso torácico y lumbar. La inmunización subcutánea de los
antígenos estimuló una fuerte respuesta de producción de anticuerpos como se demostró
en la pruebas de precipitación. En ambos conejos, los inmunizados con suero o
los inmunizados con albúmina, se presentó una reacción inflamatoria que llevó a
la formación de una costra en la zona de inoculación, que finalmente se descamó
sin dejar ninguna lesión posterior. La formación de esta lesión podría estar
relacionada con el volumen de la dosis de antígeno inoculada. Sería interesante
desarrollar nuevos protocolos para determinar el volumen mínimo necesario para una
adecuada producción de anticuerpos sin que se produzcan lesiones importantes.
Durante el desarrollo del protocolo de inmunización el conejo no presentó
fiebre o alteración de su estado general de salud.
Figura 4.
Sitio de inmunización por vía subcutánea del conejo. Se muestran dos costras y algunas
pápulas formadas después de la inmunización. Imagen del día 11.
Pruebas
Se obtuvo una
concentración de proteínas totales en el concentrado de suero de conejo dializado
de 0.818 mg/ml, alrededor de 80 veces menor que en suero humano sin dializar.
La absorbancia obtenida fue de 0.020 a 540 nm por la técnica de reactivo de
Biuret. Se disolvieron 100 µL de solución de anticuerpos, 400 µL de solución
salina y 2.5 ml de reactivo de Biuret. Factor de dilución: 30.
Veintiún días después de la primera inoculación, los animales fueron
sangrados siguiendo el protocolo previamente establecido. La formación de un
precipitado abundante entre el antígeno y su anticuerpo depende de que las
concentraciones de ambos sean equivalentes (zona de equivalencia); el exceso de
alguno de éstos disminuye e incluso inhibe la formación del precipitado. Con
objeto de determinar la zona de equivalencia del antisuero contra albúmina, se
realizó una serie de diluciones dobles de la albúmina como se indica en la
tabla (1:2, 1:4, 1:8, 1:16, 1:32, 1:64, 1:128, 1:256, 1:512, 1:1024). En este
caso la concentración del anticuerpo permaneció constante. Como se esperaba,
concentraciones muy bajas o muy altas del antígeno inhibieron la formación del
complejo antígeno-anticuerpo (extremos de la curva). La zona de equivalencia
para el anticuerpo anti-albúmina se presentó entre las diluciones 1:4 y 1:8 del
antígeno (zona central de la curva). Este resultado demostró que el protocolo
de inmunización establecido fue adecuado para la producción de anticuerpos
contra esta proteína.
Figura 5.
Izquierda: agitación y mezclado del capilar que contienen antígeno y
anticuerpo. Derecha: Punción en gradilla de plastilina para posterior
almacenaje hasta observar la presencia de precipitado.
Figura 6.
Tubos 1-10 y los controles A y Ao. A=antisuero + solución salina. Ao=Antígeno
sin diluir + solución salina.
Figura 7.
Resultados de precipitación capilar a las 36 horas. Se observa sólo
precipitación en los tubos 1-4. Los tubos 5-10 se observan algo turbios pero
sin precipitado. Los dos controles, A y Ao no presentan precipitados ni turbidez.
Figura 8.
Resultados de precipitación capilar a las 48 horas. Se observaron precipitados
en todos los tubos. Los tubos control siguieron sin mostrar precipitados o
turbidez.
Figura 9. Resultados
de precipitación capilar de los tubos 1-6 a las 60 horas. Todos ellos presentan
precipitado.
Tabla 2.
Resultados de precipitación capilar en los tubos 1-10 y controles con las
diluciones indicadas a las 48 horas de estar en reposo.
Tubo
|
Dilución
|
Precipitado (+)
|
1
|
1:2
|
+++
|
2
|
1:4
|
++++
|
3
|
1:8
|
+++++
|
4
|
1:16
|
++++
|
5
|
1:32
|
+++
|
6
|
1:64
|
++
|
7
|
1:128
|
++
|
8
|
1:256
|
+
|
9
|
1:512
|
-
|
10
|
1:1024
|
-
|
A
|
Testigo suero
|
-
|
Ao
|
Testigo antígeno
|
-
|
Figura 10.
Se muestra el grado de formación de precipitado para cada tubo a las 48 horas
basado en la tabla anterior. El tubo con mayor reacción de precipitación fue el
tubo 3.
En la realización de esta prueba se
observan 2 zonas formadas respecto a la concentración del antígeno empleado (suero
humano): en la primera ocurre un incremento de la formación del precipitado
conforme se va reduciendo la concentración del antígeno; la otra zona comienza
después de la tercera dilución (1:8) la cantidad de precipitado disminuye hasta
llegar a un punto (dilución 1:512) en donde ya no hay precipitado.
Lo anterior se puede adecuar a la curva
de inmunoprecipitación (Ver figura 11) donde ocurre lo mencionado previamente,
además se observa que hay una zona intermedia (en donde el aumento/descenso del
precipitado se da en una proporción menor).
Para la primera etapa (Ver figura 10,
inciso c) como lo menciona Fuentes (1998) al haber mayor cantidad de antígeno
los 2 centros de unión están ocupados, mientras que en el caso de los antígenos
presentes sus epítopos no están totalmente ocupados, por lo que no hay una
formación de complejos grandes, haciendo que solamente hayan complejos pequeños
y que sean solubles. Conforme la concentración del antígeno se va disminuyendo los
epítopos se van combinando con las zonas libres de los anticuerpos hasta ocupar
las 2 zonas de unión de estos, con lo anterior se forman inmunocomplejos
grandes e insolubles formando los precipitados. A esta zona se le denomina la
“zona de equivalencia” (Ver figura 10, inciso b). En esta prueba se observa que
en el tubo 3 hay mayor precipitado, por lo que correspondería a esta zona. Para
los tubos 1 y 2 si bien hay inmunoprecipitado la cantida es menor por lo
mencionado anteriormente (formación de pequeños complejos solubles).
Al seguir disminuyendo la concentración
del antígeno, estos se van a ir reduciendo, por lo que varios anticuerpos se
unirán en los diferentes epítopos, formando complejos solubles y de esa manera
se reduce la formación del inmunoprecipitado (como en los tubos 9 y 10)
(Fuentes, 1998).
Figura 11.
Reacciones entre una concentración fija de anticuerpos y concentraciones
crecientes de antígeno en la prueba de inmunoprecipitación (Fuentes, 1998).
Figura 12.
Curva de la formación del inmunoprecipitado en función de la concentración de
antígeno (Fuentes, 1998).
Inmunodifusión
Cuando al difundir por el gel el
antígeno y el anticuerpo contactan, forman inmunocomplejos estables,
produciéndose una línea de precipitación que puede observarse a simple vista.
La formación de una línea de precipitación indica una sola reacción antígeno-anticuerpo,
estando el grosor de la línea en relación con la cantidad de antígeno presente
en la precipitación. Cuando la línea de precipitación se cierra y se acerca al
pocillo del anticuerpo, ello significa un exceso de antígeno, mientras que
cuando ocurre lo contrario se trata de un exceso de anticuerpo. En algunos
casos, si el exceso de uno de los dos es muy importante, la banda de
precipitación no llega a formarse (Fuentes, et
al, 1998).
Se nota en la Figura 13, que
efectivamente se presentaron líneas de inmunoprecipitación (circunferencia más
opaca), para las diluciones 1:2 (a), 1:4 (b), 1.8 (c),
así como para 1:128 (d), 1:256 (e) y 1:512 (f). También se realizó la prueba
con dos antígenos utilizados (R) y (E). Se observa que a concentraciones
iniciales se presentan varias bandas (línea naranja).
Figura 13.
Resultados de la prueba de inmunodifusión. Se inoculo al animal con el antígeno.
Además se observó que más bandas
aparecieron con el antígeno que más se usó para inocular, posiblemente el
anticuerpo reconoció un epítopo característico de esta muestra. Mientras que el
antígeno que se usó una vez no presento alguna banda, esto fue por dos causas: se
presentó el fenómeno de prozona (Exceso de antígeno) o la muestra estaba
concentrada (postzona).
Al comparar los resultados con la teoría
se observa que (comparando con la Figura 14):
Figura 14. Patrones de
precipitación de la doble inmunodifusión A y B son los antígenos y S son los
anticuerpos.
En la Figura 14y 13, se nota que en el
primer caso (superior izquierdo) se produjo un anticuerpo para sólo un tipo de
antígeno, y no se cruzan las bandas; mientras que cuando se promueve la
formación de un anticuerpo con más de dos antígenos se observa bandas
compartidas es decir una respuesta cruzada y finalmente la figura de abajo, es
el mismo tipo de antígeno solo con determinante diferente se observa un ligero
cruce. En esta corrida experimental se observó el primer tipo. Lo cual
corrobora que las albúminas humanas son muy parecidas entre individuos
diferentes de la misma especie.
Para tener una mayor confiabilidad es
recomendable cuantificar y estandarizar la concentración de los anticuerpos,
por ejemplo la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimesura establece
que la sensibilidad del ensayo de inmunodifusión doble es de 20 1 200 μg/ml.
Conclusiones
·
Si
hubo presencia de anticuerpos contra albúmina sérica humana como demostró la
precipitación en capilar.
·
La
dilución 1:8 fue la que presentó mejor precipitación a las 36 y 48 horas.
·
Se
necesita de un control de muestra de sangre del conejo antes de las
inmunizaciones para corroborar que no tenía anticuerpos antes y que fueron
producto de los protocolos de inmunización.
·
La
concentración de proteínas en suero humano que se administró al conejo fue de
68 mg/ml y se le administró en dosis crecientes de 0.5 ml hasta 2 ml para un
total de cinco inmunizaciones subcutáneas con máximo 8 puntos.
·
Con
la reacción de inmunoprecipitación se comprobó que el anticuerpo producido por
el conejo es útil para el antígeno administrado (suero – albúmina humana).
·
En
la prueba de inmunoprecipitación se observó la zona de equivalencia (relación
entre las concentraciones de antígeno y anticuerpo para formar inmunocomplejos
insolubles) en la dilución de albúmina sérica humana de 1:8.
·
La
prueba de inmunodifusión doble fue positiva y se comprobó la identidad del
anticuerpo a las concentraciones de 1:2, 1:4 y 1:8.
·
Es
recomendable estandarizar la concentración del antisuero para poder aceptar por
completo el ensayo de inmunoprecipitación.
Bibliografía
·
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Española de Vacunología. (7 de diciembre de 2013). “Fundamento de los
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Hola amigo. Me puedes decir los autores de este trabajo? Lugar de publicación y todos los datos? Es que necesito sacar una bibliografía de aqui
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